14 ago 2016


fue la despedida más triste del gigante mundo que devora las personas al final de cualquier encuentro.

lo recordé después de tiempo, hace siete años, no, once; la despedida era en la puerta de un negocio de elementos ortopédicos, los dos sentados en el escalón de la vereda, arriba la vidriera con piernas, cuellos, brazos, tetas ortopédicas. Ella  dijo que lástima que no hay algún parche para el corazón.