nunca fui de un auto menos
nunca fui de retro o modas repetidas
nunca fui marrón con zapatos
nunca fui sonriente ni libre
nunca fui río, kayak y abrazos
nunca fui anti violencia ni anti guerra
nunca fui paz y amor ni amistad
siempre amé a los animales y a los árboles
siempre fui deseo, pasión y proyecto
siempre fui sueño, enojo y orden
siempre fui arengar, provocar y disgustar
siempre fui soberbia, sarcasmo y corrosión
siempre fui gay, promiscuo y mujeriego
siempre amé el dibujo

quisiera dibujar un salto
quisiera escribir el previo estado del llanto
quisiera un abrazo al vacío
quisiera los caballos salvajes
quisiera las islas de los espejos de piedra exhumados
quisiera la enciclopedia de las nubes
allá arriba, no se mueven, con sus colores irrecuperables del cielo

escucho melodías
entre purezas y esa puerta
ahora, está la vida que me adora

necesito tu media hora
para amurar mi vida
porfavor, es un tiempo leve

para regarlo de dulces
de perfume de fantasma
cuando soy sincero

dentro de un río
dentro de un sueño con tu lado
no se si son las horas

no se si voy a ver el reloj
que se derrama
para mudar las almas

al desnudo de tus bromas
en el pelo oscuro del tiempo
cuando tengo un cenicero

dentro de un río
dentro de un sueño
a tu lado, un solo lado

no temería, no mandaría
solo correría
como piedra cayendo en el río

es el tema de un libro
versos simples en transfiguración
en los colchones fríos

algo hace un pacto conmigo
por un segundo más feliz
como si fuese marinero

de amores en cada puerto
los puertos son segundos más contigo
viaductos

quédate un rato más conmigo
media hora, un tiempo leve
regando dulces

amurando mi vida
dentro de un río
dentro de un sueño

con el viejo había que saberse todo al pie de la letra
las letras, eran palabras que eran pies
permitían el avance, la posta continua
pero el azar está contenido en el error
en lo improvisto de las mariposas
ayer sentí mi alma afuera para ellos

hermosos son los teatros oscuros de barrio

retrovisores invisibles

hay personas que me llevo en los espejos
en ese atisbo raro del presente
en la velocidad de los autos
las radios de farfalla
los postes me traspasan
titilante luz entre sombras
aura de árboles
con todo esto
te sonrío en secreto
deseando tus deseos
se paseen por los trenes

no puedo, cuando pienso en algo, no puedo más que eso.
cómo un botón, un número, que si no es numerable, numerado, no existe.
aunque el tiempo se suceda sin las emociones migratorias
esos pathos que se mueven como planetas invisibles
entran en vos, en mí. Se desdibuja el afuera con la forma
nunca fuimos solos, ni mucho menos uno.
solo están esos planetas, que entran y salen de los cuerpos
en ceremonia del encuentro se atisba una conciencia
pero los vagones pasan y la ventana queda fija desde adentro.

pero no contaba con tu arruga
tan solo la luz matinal
está infinita de juventud
está infinita

Bueno, al fin.
Los conocidos de siempre.
Ella dijo una vez,  Rosario, la Chicago Argentina.
Que por eso somos familia, cerrada.
Lo de cerrada es mío
y otra vez, los mismo de siempre.
En el cartel de siempre, con el subsidio que ellos mismos de jurado se dan siempre.
Se reparten la plata, y se disfrazan de arte, de cine o teatro, pintura, lo que sea.
Los ambientes son así. Kioskitos
Armados para la generación que enganchó la apertura de la democracia.
Y los que venimos después. A chupar culos o a quedar a fuera.
Afuera quedo, y solo entro por talento.
Como dijo Prodan, los golpes son el precio de abandonar a los viejos.

Una película más de "dos amigas".


La película empieza... empezó... nada,
dos niñas, dos mujeres, dos y ya nada
nada y empezó hace rato,
juegan, boludean y ya nada
una se le tira a la otra, es rechazada, o no
ya no importa, terminó.
ya nada

el tiempo pasa, y no se qué esperamos para ser feos
seremos feos por el tiempo que oscurece nuestras almas
también algunos abren algo dentro suyo
una piedra blanca que se parte en dos
ahí es cuando dejamos de perseguir cualquier cosa
disfrutá por ellos, que no pueden, y pedí perdón
por olvidarlos.