El canto de la poesía hace que la fantasía, por fin, abrace al amor.

Siempre pensé en ir a Mongolia, de chico tenía un cuadro con un mapamundi, un cuadro que tenía la

Unión Soviética, todavía, y, cuando jugaba con una bola pegajosa como un moco la cual arrojaba hacia el cuadro, del mapamundi, uno de los países a los que apuntaba, para jugar con la puntería, apuntaba a Mongolia, que, con los años, muchos años, como veinte, me llamó la atención por la vida nómada de sus habitantes, por sus cantos armónicos, de sus habitantes, por que, también, Veera había estado allí viviendo como ellos, Veera fue un amor planetario que conocí en el planeta, en el país Perú del mapamundi, y luego, años después, muchos años, como doce, volví a verla en el Polo Norte, allí ella me contó de Mongolia, pero hoy, viendo imágenes de Mongolia, me di cuenta que jamás en mi vida visitaré Mongolia, me di cuenta que ya mi vida está casi acabada, que ya lo que tenía que hacer en su momento no es ya el momento ni será el momento. Me di cuenta que en la vida hay dos ríos, el de las sueños y las fantasías, y, por otro lado, el de la realidad del día a día. 

siento una felicidad
la asfixio, la mantengo dentro
mío
así explota
silenciosamente
y nadie lo sabe
que soy feliz

un enojo se alojó en el hueso 

un enojo salió con herramientas

caños cortantes de un médico con barbijo

salió rompiendo el tejido

salió para irse con sus diez años afuera

se hizo hombre el enojo

se hizo vacío 

despierto en un auto
el sol
las personas a trabajar
es bueno ir contracorriente
pero lejos, sin saberlo
es lejos llegar a eso
y creo que soy uno más
lo que crece son las fantasías
y los fantasmas



hamlet tuvo que irse
y volver posmoderno
pero lo arcaico lo demolió
para volverse una muerte moderna
la mujer es bella, mientras piensa y espera el colectivo
hamlet tuvo que irse
pero tuvo que volver

frente a la derrota
el vestuario que posees se hace invisible
frente a la piel avejentada
la belleza es humilde

una voz me dijo que siga mirando el río
pero ya no lo veo
solo puedo prestar atención en los brilos
plateados, estrellados, que mueren
pero hacen la epidermis de la víbora
de la vida oscura, de los hongos
que comen las frutas viejas
quizás, el arte es solo una pastilla
y una sonrisa de mi padre vale más
que hacer una canción tirada al vacío

otra vez en la arena
comiendo un budín
une la harina amarilla
con la arena blanca

no es posible salir
pero sí es posible entrar

no dejes que comience la degradación
qué hay ahora...
si vamos a la muerte
una danza del fuego
que se apagará en la noche
cuando todos duerman

de cada malentendido
un detalle perdido
de cada brillo en la boca
un beso naranja
de cada anhelo roto 
una indecisión
de cada señal afable
se asoma
para espiar
el amor inquieto

una buena misión debe ser secreta
una mujer dijo: cuando tuve el trío
pude tener a mi Mujer juntas
desventura, no dejes derramar el pan
sigue el camindo de la perseverancia
sigue el consejo del jardín