15 feb 2017

Querido Lucién

era tan fría...
más fría que una tortuga
pero tan sabia como una gran fría tortuga
sus emociones eran un gran océano domado
yo aterrorizado por lo profundo
por lo impotente
por estar servido al miedo
como gallina al mar
entre tiburones
caída de un buque carguero

Así lo sentía yo Lucién
presa de mi propia atracción hacia ella
tan atrapado como la gravedad del planeta
que hace todo caer...
pero la diferencia es que allí no había piso Lucién
era un abismo interior
era tirar un gorrión a un huracán
un pie a un aljibe
era eso o huir disimuladamente