soñé con la cervecería
soñé de lejos que una mirada
se metía en otros besos
dos costeletas crudas se sentaron
en una mesa de bar con paredes de ladrillos
carnes sin ojos sentadas para hablar
carnes sin ojos sentadas para hablar
carnes sin ojos sentadas para hablar
lo que nunca van a ver
esos hombros de carne huesudos
porque
porque
era el pasado sin alma
que frívolamente tomaba cerveza artesanal